Capítulo 2 | Extranjero[]
La granja.
-No estoy aquí para robarte... ¡Baja esa arma!-Decía un desesperado Mike.
-Callate y pon tus manos en la cabeza, ¡¿me escuchaste?!-
Mike accedió y puso sus manos en la cabeza, mientras quien le apuntaba con el arma sentía que realmente estaba diciendo la verdad.
-¿C...Como te llamas?-Dijo Mike, con una voz temblorosa.
-...Jean... Bien... Confío en ti, y en que bajaré esta arma y no harás nada estupido.- Dijo él.
Jean bajó su arma y Mike se levanto.
-Escucha... Vine aquí escapando de unos errantes... Mi compañero... Ha muerto.- Dijo Mike, todavía con una voz temblorosa.
-Lo siento... La última vez que hablé con gente, todos desaparecieron o murieron... Bueno, si quieres quedarte esta noche aquí... Tendrás que hacer una sola cosa. Tengo un atico arriba y allí guardé algo de comida y agua hace unos días. Ahora la granja se me está quedando casi sin suministros y debo ir allí a sacar las cosas.- Dijo Jean.
-Bueno, se ve fácil, yo lo hago.-
-No, no, aún no te mencioné la otra parte. Hay 4 errantes arriba, como tu les llamas.-Dijo Jean.
-Bien... Aún así, si hacer eso me deja quedarme a dormir aquí, lo hago. Mencionó Mike, esta vez con una voz firme.
-Bien... Veo que a tu pistola le faltan balas- Dijo Jean, al mirar la escondida pistola de Mike.
-C...c...¿Como te diste cuenta de que tenía una pistola?-
-Llevo meses haciendo esto... ¿Crees que no he aprendido nada?-Le comentó Jean a Mike, con una ligera sonrisa.
Jean caminó hacia una caja que tenía guardada en un armario. De allí saco unas cajas con balas de 9MM y se las dió con seguridad a Mike.
Mike entonces abrió la puerta del techo del ático y entró lentamente. Vio a los 4 errantes que simplemente caminaban por ahí, sin estar alarmados. Mike subió corriendo para hacer ruido y los 4 fueron hacia él. Sacó el bate y tiró a uno al piso, pegandole en la pierna. Los otros 3 estaban mas lejos. Eso le dió a Mike tiempo de agarrar toda la comida y suministros que habían ahí. Luego de eso Mike corrió para salir del ático, pero un errante lo agarró antes de que saliera y empezaron a forcejear. Mike sacó la 5.7 y le disparó en el brazo a ese errante. Luego de eso salió y cerró con fuerza la puerta del ático. Luego le puso el candado para mas seguridad.
-Ya tengo tus cosas, uh- Decía Mike, cansado y suspirando.
-¡Bien! Bueno, esto lo prueba. Puedes quedarte. Aun que hiciste una cosa mal. Con ese disparo probablemente has alertado a algunos que estuvieran cerca. De todas formas apagaremos las luces cosa de que no se den cuenta de que estamos aquí. El generador funciona, almenos por ahora, asi que podemos guardar su energía para después.- Dijo Jean.
Luego de eso, Mike fué a lo que sería su habitación y allí dejó la 5.7 y el bate de beisbol.
Al otro día, Mike se levantó, recogió sus armas y volvió al comedor. Jean ya estaba levantado y estaba comiendo mientras leía. -Hoy iré a la ciudad... Al hospital. Allí hay medicinas y cosas necesarias. Te dejaré a cargo de la gran---
-¡No! ¡Yo iré! Conozco esa ciudad. Creo que mi familia vivia ahí... o algo, que hacía que yo viajara... Yo estaba viajando en tren cuando pasó todo esto de los errantes y eso...- Interrumpió Mike.
-B..Bien... supongo... Pensaba irme justo ahora, ya que mas tarde algunos errantes se acumulan aquí afuera, asi que te recomiendo hacer lo mismo.-Dijo Jean.
Unos minutos después, Mike se guardó la 5.7 y el bate, y también recogió unas bendas por si las necesitaba. Llevaba unas cajitas de balas también.
Unas horas después, Mike estaba en camino a Washington D.C, buscando el hospital. La ciudad estaba totalmente desierta. No habían autos, gente, ni errantes, lo que era extraño. Por alguna razón esta ciudad le traia recuerdos. Recordaba cuando todo
era normal. La gente caminaba por las calles, los autos andaban, y no habían peligros mas que la otra gente.
Tenía mucha luz. Serían casi las 16:30 considerando las horas de caminata a Washington.
Luego de unas cuantas horas, Mike vió algunos errantes, pero ninguno peligroso o que le haya dado problemas.
Luego de un rato, Mike llegó al hospital que Jean le había dicho. Entró rápidamente por el estacionamiento, sacó su pistola y removió silenciosamente el seguro. Caminaba lentamente con la pistola en mano y el bate guardado, por si necesitaba usarlo también. Rompió un vidrio y abrio la puerta para entrar al lugar.
La entrada del hospital.
Mike entró al hospital y lo primero que le llamó la atención fue que las luces aún funcionaban. Seguramente usaban un generador para mantener la energía. Mike recogió algunos medicamentos, kits de primeros auxilios, bendas y mas medicina.
Mientras caminaba por el segundo piso vio algo afuera. Alguien estaba corriendo.
Mike salió rapidamente afuera buscando a quien acababa de ver, pero no encontró nada.
Ya al momento de volver a la granja, fue camino al puente por donde entró a la ciudad, pero no sin antes ser interceptado por una horda de errantes. Eran muchos. Cientos de errantes.
Antes de poder hacer nada, Mike vio como algunos recibían balazos de algún lado. Morían sin que nadie les disparara. Entonces Mike miró a donde provenían las balas, que era arriba de un edificio, y vió a alguien disparando con un rifle. No se le veía la cara, ya que llevaba una máscara.
Mientras los errantes morían, Mike corría a un estacionamiento cercano a donde estaba. Subió a un edificio desde ahí ya que había una escalera para ir al techo. Mientras subía, vió que era el mismo edificio desde cual el desconocido disparaba. Mike subió.
-Hey, ¡No dispares, me llamo Mike! ¡No quiero causar proble-
Las palabras de Mike fueron interrumpidas por un batazo de el desconocido.
-¿Dónde estoy?-
Mike despertó y se encontraba arriba de ese mismo edificio. Junto a él había una nota.
"Volveré pronto. No te vayas de allí."
Mike miró hacia todos lados, pero era incapaz de ver algo por la niebla. El desconocido no estaba por ninguna parte.